miércoles, 20 de abril de 2011

Sandy's at Waikiki

Sandy's at Waikiki, por Daniela Franco y varios autores
Editorial RM
España / México



“El pasado es, pues, una constante acumulación de imágenes y un caos muy generoso”, se lee al pie de una de las docenas de imágenes que han conjurado el libro Sandy’s at Waikiki (Editorial RM, 2011), una memoria de ciertos días y cierta familia a partir de la reconstrucción narrativa por una docena y un extraños.

Dicho pie de foto se antoja revelador y condenatorio, por igual. En un esfuerzo –muchas veces fallido– los individuos en solitario y en células familiares se empeñan en hacer y guardar la historia en base al intento por capturar el tiempo y el momentum en imágenes fotográficas y de video, así como a registrar a través de la palabra escrita los sucesos y hechos refractados a en la vista y el resto de los sentidos.

Pero uno y todos construimos prácticamente en la ignorancia y en el azar, porque no sabemos cuánto más viviremos, porque no sabemos qué pasará con esos registros, y porque nunca sabremos de cierto –o nunca querremos aceptar- si ha valido la pena empeñarse en dicha crónica.

“El pasado es, pues, una constante acumulación de imágenes y caos muy generoso”, vuelve entonces a nuestra mente dicho pie de foto, escrito por Enrique Vila-Matas, narrador que se une al cabalístico número de escritores que se empeñan en construirle una historia a la familia Sandy, la del título y que le da sentido a Sandy’s at Waikiki, un libro-objeto-experimento-documentofalso-ficción-testimonio fotográfico que es prueba de una memoria guardada, aunque presta para la manipulación y para su profanación.



Daniela Franco, artista multimedia, localizó 600 diapositivas y fotografías de una familia estadounidense aparentemente en un mercado de pulgas en Barcelona. A partir de este descubrimiento, y de otros documentos escritos y sonoros, decidió comenzar a construir la historia de esta familia (de apellido aparentemente Sandy, según un letrero impreso en uno de los marcos de una serie de diapositivas), a mitad de la realidad y a mitad de la ficción; ésta última parte con la ayuda especulativa e imaginativa de los 13 autores, entre los que se encuentran el francés Emmanuel Adely, el australiano Sean Condon, el italiano Fabio Morábito, los mexicanos Alain-Paul Mallard y Juan Villoro y, entre otros, el propio Vila-Matas.

El resultado de este esfuerzo por concretar y rescatar una historia que con el tiempo se perdió es un interesante experimento en el que memoria, reelaboración y conjeturas se entrelazan para hablarnos sobre la fuerza de las imágenes y, sobre todo, la trascendencia que el tiempo les permite obtener.

Durante la historia dentro del libro –en base a memorias escritas, cartas, testimonios grabados, emails– nos enteramos de la existencia de la familia Sandy, una como muchas estadounidenses medias de los años 50 del pasado siglo, cuyo rumbo se dio a partir de una de tantas guerras (los norteamericanos siempre estamos en guerra, por ahí alguien dice) y cuyo paterfamilias un buen día desapareció. Ese mismo señor Sandy parece que fue un piloto de autos, o un estafador y un mal fotógrafo; uno cuya temblorosa mano y mal ojo para enfocar y cuadrar hacen de este libro una pena en términos fotográficos aunque, en términos testimoniales -de reelaboración a partir de la conjura visual-, un excitante ejercicio narrativo.



Las fotos de la familia Sandy son pobres en técnica, pero el bálsamo que ofrece el tiempo (ese compuesto por modas pasadas capturadas, sitios ya inexistentes, oxidación y decoloración) le da no una, sino varias dimensiones nuevas. La nostalgia y esa sensación de capturar algo que ya fue pero que se reconoce reciente, palpable prácticamente, brinda trascendencia al mensaje que construye este libro.

Como colofón, se incluye la misiva enviada por un vendedor del mismo mercado de pulgas en el que se encontraron las imágenes, ofreciendo otra versión de la historia, una que se antoja tan real, tal vez más o, inclusive, más apócrifa que la creada por Franco y compañía, enriqueciendo la propuesta discursiva del libro y dándole una vuelta de tuerca más a la narración.

2 comentarios:

  1. Me encantó ese blog ya que me gusta mucho el cine y la literatura. Aquí puedes encontrar buenas críticas y una guía para saber qué ver y qué leer. Saludos.

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