lunes, 24 de enero de 2011
Let Me In
El fin de semana se estrenó Let Me In (Déjame entrar), remake casi inmediato al ya clásico filme sueco Låt den rätte komma in (2008), de Tomas Alfredson. Aunque precedido por una buena recepción por parte de la crítica anglosajona, en México teníamos nuestras dudas sobre la calidad de este remake, pues desde hace un par de años conocimos el original en el cine y, como entes no angloparlantes (quiero creerlo aún), nunca vimos la necesidad absoluta de contar con una versión hablada y transformada por el idioma inglés.
Sin embargo, existían puntos de interés en este remake: la realización y el guión quedó en manos de Matt Reeves quien, aunque no escribió, se encargó hace un par de años de dirigir Cloverfield, una reelaboración del kaijū eiga que me parece muy efectiva; además, el proyecto por rehacer este filme de vampiros surge de una de las productoras más importantes dentro del género: Hammer Films, baluarte indiscutible con obras tan trascendentes, como The Brides of Dracula, The Vampire Lovers, Frankenstein Vs. Monster From Hell, The Legend of the 7 Golden Vampires, Dracula y, entre muchas otras, The Curse of Frankenstein.
El filme, por sí solo, resulta un sobresaliente trabajo qué, sin duda y de inicio, se sostiene por la historia original escrita por John Ajvide Lindqvist, y que de muy buena forma es seguida por Reeves para este remake. Además, se compone de un elenco muy bueno y una realización igualmente sobresaliente. En este último aspecto, cuando se habla de un remake se espera, mínimo, la reelaboración o deconstrucción de algún o algunos momentos de la historia con el objetivo, tal vez, de enriquecer la experiencia o la idea original. En ese aspecto, sobresale notoriamente el momento (escribo en el entendido de que la gente que llegue a este texto ya conoce la versión original, así que spoiler alguno no existe) de la muerte del compañero de la niña vampiro, que en este caso se trata de un plano secuencia de verdadera locura.
Así, Déjame entrar, el remake, funciona como un sobresaliente filme de vampiros que, sin embargo, puede resultar ocioso si se piensa que es muy cercano a la original, y ésta es prácticamente una obra perfecta.
Pero, por otro lado, me parece que su existencia puede ser el anunció de una nueva época de cine de horror.
Cuando en 1957 la Hammer Films comenzó su primer renacimiento con la reelaboración del clásico de Mary Shelley, a través del filme The Curse of Frankenstein, dirigido por Terence Fisher, con guión de Jimmy Sangster, y el inicio del diabólico encuentro en pantalla de Peter Cushing y Christopher Lee (¡¡no puede pedirse más!!), todo reinició de cero y fue esplendoroso.
Para entonces, la Hammer llevaba más de dos décadas produciendo comedias y filmes de suspenso, pero en ese 1957 decidieron reelaborar mitos del cine de horror atreviéndose a rehacer, a hacer nuevas versiones, remakes, de historias que habían permanecido intocables durante dos décadas.
Obviamente, la incertidumbre del público y la crítica era clara; inclusive, la respuesta no fue del todo buena ante el grafismo implícito en el color del filme y agregado en la historia, y durante los primeros años de la producción Hammer en el género no fue bien vista del todo; pero la cosas cambiaron con los años, y hoy muchos de los filmes de la Hammer Films sobresalen por su calidad y continúan como referencias inequívocas de la calidad dentro del género.
De esa forma, al ver que la Hammer Productions renace por segunda ocasión con un sobresaliente remake a Låt den rätte komma in –un filme que, como el Frankenstein de Whale y Karloff, está haciendo época en su momento–, no puedo más que pensar que al hacerlo nuevamente con un un buen remake se trata de una positiva y simbólica forma de continuar con un legado que, a partir de la reelaboración de historias conocidas creó un canon de calidad y que quizás ahora, por qué no, tal vez iniciar uno nuevo para el siglo XXI.
Etiquetas:
Déjame entrar,
Hammer Films,
The Curse of Frankenstein
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Pues qué gusto saber que este remake es no solamente digno, sino sobresaliente. Confieso que no quise verlo por cerrazón mental (prefería quedarme con la experiencia original), pero no dudaré en verla si se me topa enfrente.
ResponderEliminarQue esto sea el inicio de una nueva era de horror con la admirada Hammer!
¿Y sabes qué debes de checar sin falta, Jorge? la precuela de cuatro número que ha estado publicando Dark Horse: está realmente buena, qué buena historia y que buenas ilustraciones.
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